Todas las semanas, desde mediados de noviembre, el anuncio de un nuevo apoyo fue la estrategia que desarrolló el equipo de Rolando Figueroa para generar un “shock de acuerdos políticos” que finalmente logró su objetivo: arrebatarle le gobernación al Movimiento Popular Neuquino (MPN), que la ha controlado a lo largo de 62 años.
Los apoyos llegaron desde casi todos los espacios del espectro político: libertarios, demócratas, radicales, peronistas e independientes. Sin duda, fue una apuesta arriesgada, en tiempos marcados por discursos extremistas y altisonantes que buscan alimentar “la grieta”.
De ese “rejunte”, como muchas veces fue calificado el armado, surgieron las ocho listas que aportaron los votos necesarios para obtener la victoria e iniciar “la evolución hacia un nuevo Neuquén”, según palabras de Figueroa a Diario Río Negro.
“Creo que tenemos que tomar varias decisiones para ir configurando un nuevo pacto social. Muy importante es el trabajo con los planes de empleo. No existen hoy parámetros objetivos para ver a quién se le entrega la ayuda y terminan distorsionando el pacto social”, planteó el gobernador electo como una de las principales tareas a ejecutar.
Figueroa también considera importante generar un clima de negocios y avanzar hacia un esquema “ganar-ganar”, que contempla una rebaja de Ingresos Brutos, “pero hay que hacer un estudio serio. Hoy paga más la salud que las empresas petroleras. Hay una distorsión de tasas”.
Asimismo, adelantó una rebaja “en actividades que queremos promocionar, como el turismo. Tenemos que modificar esta matriz productiva y esto se va a complementar cuando participemos del negocio de la exportación”.
Autodefinido como “una persona muy de centro y, algunas veces, de centro-izquierda”, Figueroa es tajante al afirmar que el aborto “ya es ley” y, por tanto, “es un tema agotado”. Además, planteó la necesidad de desarrollar políticas de género “que estén presentes”. “Yo soy progresista”, enfatizó.
Transición “muy ordenada”
Rolando Figueroa confía en que el gobernador Omar Gutiérrez no hará “nada extraño” de cara al traspaso de mando, previsto para el mes de diciembre. “Creo que vamos a lograr una transición muy ordenada con Omar, con quien tengo un cariño muy personal. Si hay algo que le valoro, es que es un tipo serio”, sostuvo.
Sin embargo, dejó claras sus diferencias con la conducción del partido, de la que alguna vez formó parte. “Hace mucho tiempo me di cuenta de que en la lista Azul ya no tenía cabida y que la cúpula del partido ya se lo había apropiado. Yo digo que se quedaron con la franquicia, entonces, veía que por ese lado no era. Las vivencias que tuve como vicegobernador me indicaban que yo no estaba cómodo con ellos ni ellos conmigo”.
Para el gobernador electo, “la lista Azul tenía un modelo acabado. Lo que para el MPN era un modelo de desarrollo, la lista Azul lo transformó en un sistema clientelar”. Hasta ayer a la tarde, Figueroa había hablado con el gobernador Omar Gutiérrez y con Guillermo Pereyra. Incluso, contó que recibió una felicitación de Marcos Koopmann por mensaje.
